jueves, 26 de septiembre de 2013

       

                                          ENFERMEDADES DEL SISTEMA RESPIRATORIO

Debido al fenómeno de la ventilación, el pulmón y las vías aéreas están continuamente expuestos a microorganismos ambientales, los que causan con frecuencia infecciones.

Las primeras víctimas.
Las infecciones que van desde la nariz hasta el último alvéolo de los bronquios son las llamadas enfermedades respiratorias.
La infección depende del tipo de bacteria, de las condiciones generales del paciente y de si es alérgico o no.
En la mayoría de los casos estas infecciones no son peligrosas, como el resfrío común, no comprometiendo la vida. No obstante, por su elevada frecuencia, éstas son la primera causa de consulta médica, produciendo pérdidas económicas importantes por ausencias laborales.
Por otra parte, en algunos casos las infecciones llegan ser muy graves, como lo demuestra el hecho de que las infecciones respiratorias son la primera causa de muerte entre las enfermedades infecciosas.
En diversas ciudades cuyo grado de contaminación es bastante alto, las enfermedades más comunes son las que afectan el sistema respiratorio. Algunas de ellas son las gripes, resfriados y bronquitis, sin olvidar el asma.

Estas enfermedades son causadas por microorganismos que pasan de una persona enferma a otra sana, por el aire, al hablar, al toser o simplemente al respirar.
También pueden trasmitirse por los besos, por la saliva y al comer con los cubiertos y en la vajilla que utilizó un enfermo. Los virus o bacterias pueden atacar cualquiera de las partes del sistema respiratorio.
Las infecciones en vías respiratorias, en su mayoría, son de corta duración y mejoran sin necesidad de tratamiento. Poco a poco los menores van conociendo las bacterias y preparando sus propias defensas, hasta que llegan a adultos, cuando raramente sufren de este tipo de enfermedades.


Inhaloterapia
Las enfermedades respiratorias se presentan durante todas las épocas de año, pero se agudizan más durante el invierno debido a los cambios bruscos de temperatura. Uno de los procedimientos que se utilizan como parte del tratamiento de las enfermedades respiratorias es la inhaloterapia.
A continuación analizaremos los mecanismos de que dispone el aparato respiratorio para defenderse de estas agresiones.

Mecanismos de defensa pulmonar
Un sujeto normal, durante una vida de setenta años, inspira un volumen de 220 millones de litros de aire. Este aire tiene partículas orgánicas e inorgánicas en suspensión, que quedan depositadas en la vía aérea. No obstante, en una autopsia sólo se encuentran mínimas cantidades de estos compuestos, lo cual demuestra que el aparato respiratorio posee un eficiente sistema de limpieza que permite mantener el pulmón libre de contaminantes ambientales.

Los principales mecanismos de protección del pulmón y vías aéreas son:
Nariz: por su intrincada estructura, en la nariz se forman corrientes de aire que favorecen el depósito de partículas en la mucosa nasal, lo cual permite su eliminación antes de entrar a las vías inferiores. Es muy eficiente para partículas de tamaño relativamente grande./p>
Acondicionamiento del aire inspirado: además de eliminar partículas, las vías aéreas superiores calientan y humidifican el aire inspirado, permitiendo que las vías aéreas inferiores no sufran resecamiento y enfriamiento.
Tos: es un acto reflejo que requiere de la participación de receptores de irritación, vías nerviosas, músculos inspiratorios y espiratorios y glotis. Permite eliminar partículas relativamente grandes de la vía aérea y secreciones anormales.
Aparato mucociliar: el mucus producido por glándulas mucosas y  células caliciformes se dispone en dos capas. Una líquida en contacto con el epitelio y otra gelatinosa en la superficie. Esta última capa es transportada por el movimiento ciliar hacia la laringe y la boca, donde es expectorada o deglutida. Permite eliminar de la vía aérea algunas de las partículas más pequeñas que se adhieren al mucus bronquial.
Mucus: el mucus tiene sustancias de acción antimicrobiana como lisozima, complemento, interferón e inmunoglobulinas, que inactivan microorganismos e impiden su adherencia a las células respiratorias.
Macrófagos alveolares: son células especializadas que recorren los alvéolos del pulmón, detectan partículas extrañas (por ejemplo bacterias), las fagocitan y eliminan. Son capaces de iniciar un proceso inflamatorio.


Respiramos aire contaminado.
Dependiendo de la localización y de la etiología, las infecciones respiratorias se dividen corrientemente en infecciones de vía aérea superior, infecciones del pulmón o neumonías y enfermedades infecciosas crónicas, la más importante de las cuales es la­  tuberculosis.
A continuación detallaremos aspectos relevantes de algunas de ellas y los mecanismos que explican las infecciones respiratorias más importantes:

Asma
El asma es una enfermedad tan común que casi todos conocemos o tenemos un familiar con ese mal. De hecho, es una de las enfermedades más comunes y costosas en muchos países. En algunos casos, más del cinco por ciento de la población tiene asma y el número de enfermos es cada vez mayor a pesar de importantes avances logrados recientemente en la prevención y el tratamiento de asma.
En la actualidad, el asma no es curable, sólo puede ser controlada.
El asma se caracteriza por un estrechamiento temporal de las vías respiratorias. Los ataques de asma pueden ser generados por polvo, humo de cigarro, cucarachas y algunos productos químicos.
El asma ataca en una mayor proporción a la gente pobre que vive en ciudades. El problema es tan grave que, en conjunto, las personas que padecen asma pierden cien  millones de días de actividad plena cada año; es también la causa principal por la cual los niños faltan a la escuela. Por si fuera poco, el número de muertes como consecuencia del asma se triplicó durante las pasadas dos décadas.



Bronquitis
La inflamación de los bronquios en los pulmones es a lo que se llama Bronquitis.
Siempre se debe a virus o bacterias, pero el humo del cigarro y la contaminación también pueden ser culpables de este mal, que muchas veces se da después de un catarro que no se curó bien o de una infección respiratoria.

Síntomas
Los signos primarios y los síntomas son la disnea y la tos leve persistente que puede producir mucosidad o no hacerlo. Según progresa la enfermedad, la dificultad para respirar puede limitar la capacidad de la persona para llevar a cabo su actividad diaria.
Otros síntomas son:
Una sensación de tener el pecho apretado, cansancio, fiebre baja, dolor de garganta, nariz que escurre y un silbido característico al respirar.
Tratamientos y recomendaciones

El manejo médico adecuado y unos hábitos de vida saludables pueden ayudar a aquellas personas con la enfermedad a gozar de una mejor calidad de vida, aumentar la tolerancia a la actividad física habitual y reducir las perspectivas de complicaciones.
       

                          ÓRGANOS DEL SISTEMA RESPIRATORIO



 Fosas nasales: Consiste en dos amplias cavidades cuya función es permitir la entrada del aire, el cual se humedece, filtra y calienta a una determinada temperatura a través de unas estructuras llamadas pituitarias.

 Faringe: es un conducto muscular, que se comparte con el sistema digestivo. La entrada de la faringe tiene una "tapita" llamada epiglotis, que se cierra al tragar el alimento, para que este pueda seguir su curso natural hacia el esófago sin que nos atragantemos.

 Laringe:es un conducto cuya función principal es la filtración del aire inspirado. Además, permite el paso de aire hacia la tráquea y los pulmones. También, tiene la función de órgano fonador, es decir, produce el sonido.


Tráquea:Tubo formado por anillos de cartílago unidos por músculos. Debido a esos anillos, aunque flexionemos el cuello, el conducto nunca se aplasta y, por lo tanto, no obstruye el paso del aire.


 Brónquios: Son dos ramas producidas por la bifurcación de la tráquea, las cuales ingresan a cada uno de los pulmones. Conducen el aire que va desde la tráquea hasta los bronquiolos.


Bronquiolos y bronquiolitos:Son el resultado de la ramificación de los bronquiolos en el interior de los pulmones, en tubos cada vez mas pequeños que se asemejan a las ramas de un ábol. Conducen el aire que va desde los bronquios a los alvéolos


 Pulmones: Son dos órganos esponjosos y elásticos ubicados en el tórax y formados por una gran cantidad de alvéolos pulmonares que parecen pequeñas bolsitas rodeadas por vasos sanguíneos.



          SISTEMA RESPIRATORIO 


La respiración es el proceso por el cual ingresamos aire (que contiene oxígeno) a nuestro organismo y sacamos de él aire rico en dióxido de carbono. Un ser vivo puede estar varias horas sin comer, dormir o tomar agua, pero no puede dejar de respirar más de tres minutos. Esto grafica la importancia de la respiración para nuestra vida.
El sistema respiratorio de los seres humanos está formado por:
Las vías respiratorias: son las fosas nasales, la faringe, la laringe, la tráquea, los bronquios y los bronquíolos.  La boca también es, un órgano por donde entra y sale el aire durante la respiración.





Las fosas nasales son dos cavidades situadas encima de la boca.  Se abren al exterior por los orificios de la nariz (donde reside el sentido del olfato) y se comunican con la faringe por la parte posterior.  En el interior de las fosas nasales se encuentra la membrana pituitaria, que calienta y humedece el aire que inspiramos. De este modo, se evita que el aire reseque la garganta, o que llegue muy frío hasta los pulmones, lo que podría producir enfermedades. No confundir esta membrana pituitaria con la glándula pituitaria o hipófisis.

La faringe se encuentra a continuación de las fosas nasales y de la boca.  Forma parte también del sistema digestivo.  A través de ella pasan el alimento que ingerimos y el aire que respiramos.
La laringe está situada en el comienzo de la tráquea.  Es una cavidad formada por cartílagos que presenta una saliente llamada comúnmente nuez.  En la laringe se encuentran las cuerdas vocales que, al vibrar, producen la voz.
La tráquea es un conducto de unos doce centímetros de longitud.  Está situada delante del esófago.


Los bronquios son los dos tubos en que se divide la tráquea.  Penetran en los pulmones, donde se ramifican una multitud de veces, hasta llegar a formar los bronquiolos.