ENFERMEDADES DEL SISTEMA RESPIRATORIO
Debido al fenómeno de la ventilación, el pulmón y las vías
aéreas están continuamente expuestos a microorganismos ambientales, los que causan
con frecuencia infecciones.
Las primeras víctimas.
Las infecciones que van desde la nariz hasta el último
alvéolo de los bronquios son las llamadas enfermedades respiratorias.
La infección depende del tipo de bacteria, de las
condiciones generales del paciente y de si es alérgico o no.
En la mayoría de los casos estas infecciones no son
peligrosas, como el resfrío común, no comprometiendo la vida. No obstante, por
su elevada frecuencia, éstas son la primera causa de consulta médica,
produciendo pérdidas económicas importantes por ausencias laborales.
Por otra parte, en algunos casos las infecciones llegan ser
muy graves, como lo demuestra el hecho de que las infecciones respiratorias son
la primera causa de muerte entre las enfermedades infecciosas.
En diversas ciudades cuyo grado de contaminación es bastante
alto, las enfermedades más comunes son las que afectan el sistema respiratorio.
Algunas de ellas son las gripes, resfriados y bronquitis, sin olvidar el asma.
Estas enfermedades son causadas por microorganismos que
pasan de una persona enferma a otra sana, por el aire, al hablar, al toser o
simplemente al respirar.
También pueden trasmitirse por los besos, por la saliva y al
comer con los cubiertos y en la vajilla que utilizó un enfermo. Los virus o
bacterias pueden atacar cualquiera de las partes del sistema respiratorio.
Las infecciones en vías respiratorias, en su mayoría, son de
corta duración y mejoran sin necesidad de tratamiento. Poco a poco los menores
van conociendo las bacterias y preparando sus propias defensas, hasta que
llegan a adultos, cuando raramente sufren de este tipo de enfermedades.
Inhaloterapia
Las enfermedades respiratorias se presentan durante todas
las épocas de año, pero se agudizan más durante el invierno debido a los
cambios bruscos de temperatura. Uno de los procedimientos que se utilizan como
parte del tratamiento de las enfermedades respiratorias es la inhaloterapia.
A continuación analizaremos los mecanismos de que dispone el
aparato respiratorio para defenderse de estas agresiones.
Mecanismos de defensa pulmonar
Un sujeto normal, durante una vida de setenta años, inspira
un volumen de 220 millones de litros de aire. Este aire tiene partículas
orgánicas e inorgánicas en suspensión, que quedan depositadas en la vía aérea.
No obstante, en una autopsia sólo se encuentran mínimas cantidades de estos
compuestos, lo cual demuestra que el aparato respiratorio posee un eficiente
sistema de limpieza que permite mantener el pulmón libre de contaminantes
ambientales.
Los principales mecanismos de
protección del pulmón y vías aéreas son:
Nariz: por su intrincada
estructura, en la nariz se forman corrientes de aire que favorecen el depósito
de partículas en la mucosa nasal, lo cual permite su eliminación antes de
entrar a las vías inferiores. Es muy eficiente para partículas de tamaño
relativamente grande./p>
Acondicionamiento del aire inspirado: además de eliminar
partículas, las vías aéreas superiores calientan y humidifican el aire
inspirado, permitiendo que las vías aéreas inferiores no sufran resecamiento y
enfriamiento.
Tos: es un acto reflejo que
requiere de la participación de receptores de irritación, vías nerviosas,
músculos inspiratorios y espiratorios y glotis. Permite eliminar partículas
relativamente grandes de la vía aérea y secreciones anormales.
Aparato mucociliar: el
mucus producido por glándulas mucosas y
células caliciformes se dispone en dos capas. Una líquida en contacto
con el epitelio y otra gelatinosa en la superficie. Esta última capa es
transportada por el movimiento ciliar hacia la laringe y la boca, donde es
expectorada o deglutida. Permite eliminar de la vía aérea algunas de las
partículas más pequeñas que se adhieren al mucus bronquial.
Mucus: el mucus tiene sustancias de acción antimicrobiana
como lisozima, complemento, interferón e inmunoglobulinas, que inactivan
microorganismos e impiden su adherencia a las células respiratorias.
Macrófagos alveolares: son células especializadas que
recorren los alvéolos del pulmón, detectan partículas extrañas (por ejemplo
bacterias), las fagocitan y eliminan. Son capaces de iniciar un proceso inflamatorio.
Respiramos aire contaminado.
Dependiendo de la localización y de la etiología, las
infecciones respiratorias se dividen corrientemente en infecciones de vía aérea
superior, infecciones del pulmón o neumonías y enfermedades infecciosas
crónicas, la más importante de las cuales es la tuberculosis.
A continuación detallaremos aspectos relevantes de algunas
de ellas y los mecanismos que explican las infecciones respiratorias más
importantes:
Asma
El asma es una enfermedad tan común que casi todos conocemos
o tenemos un familiar con ese mal. De hecho, es una de las enfermedades más
comunes y costosas en muchos países. En algunos casos, más del cinco por ciento
de la población tiene asma y el número de enfermos es cada vez mayor a pesar de
importantes avances logrados recientemente en la prevención y el tratamiento de
asma.
En la actualidad, el asma no es curable, sólo puede ser
controlada.
El asma se caracteriza por un estrechamiento temporal de las
vías respiratorias. Los ataques de asma pueden ser generados por polvo, humo de
cigarro, cucarachas y algunos productos químicos.
El asma ataca en una mayor proporción a la gente pobre que
vive en ciudades. El problema es tan grave que, en conjunto, las personas que
padecen asma pierden cien millones de
días de actividad plena cada año; es también la causa principal por la cual los
niños faltan a la escuela. Por si fuera poco, el número de muertes como
consecuencia del asma se triplicó durante las pasadas dos décadas.
Bronquitis
La inflamación de los bronquios en los pulmones es a lo que
se llama Bronquitis.
Siempre se debe a virus o bacterias, pero el humo del
cigarro y la contaminación también pueden ser culpables de este mal, que muchas
veces se da después de un catarro que no se curó bien o de una infección respiratoria.
Síntomas
Los signos primarios y los síntomas son la disnea y la tos
leve persistente que puede producir mucosidad o no hacerlo. Según progresa la
enfermedad, la dificultad para respirar puede limitar la capacidad de la
persona para llevar a cabo su actividad diaria.
Otros síntomas son:
Una sensación de tener el pecho apretado, cansancio, fiebre
baja, dolor de garganta, nariz que escurre y un silbido característico al
respirar.
Tratamientos y recomendaciones
El manejo médico adecuado y unos hábitos de vida saludables
pueden ayudar a aquellas personas con la enfermedad a gozar de una mejor
calidad de vida, aumentar la tolerancia a la actividad física habitual y
reducir las perspectivas de complicaciones.